30 de septiembre de 2016

Cuando visitas el colegio por primera vez

PUESTA DEL SOL.

Primer día de colegio. Pero primer día de manera informal, aún no he empezado a trabajar realmente. Eso el lunes. Por ahora, observar. Familiarizarme. Nuevas metodologías. Distintas formas de enseñar. ¿Qué voy a tener que hacer? ¿Con qué cursos voy a estar? ¿Qué días tengo que venir?

Horario: Inmejorable. Lunes, martes y miércoles. De 9 a 15.30. ¡Mi fin de semana dura cuatro pedazo de días!

Nivel: Kindergarden y 1er. grado. Va a ser genial. Los niños son un amor. Hoy ya me han dicho 4 piropos y solo he estado un par de horas. Así sí que mola trabajar.

Metodología: inmersión completa. Esto es inmersión, lo demás son tonterías. Profesores nativos. 90% español, 10% inglés (pequeñas dudas y llamadas de atención). Parecido a España, ¿eh?. Pero no hay cocina, no hay carpintería, no hay grupo de jazz ni piscina (Manuel, me habías engañado). Hubiera sido demasiado bueno para ser cierto.

Aprendemos los estados de ánimo. La fecha. Descripciones. Los colores... Los colores. Rojo. Amarillo. Azul. Verde... Hasta ahí todo bien. Gris. Negro. Blanco... Va bien... ANARANJADO. ¿Qué?. "Es para que no lo confundan con la fruta". Ah... Vale. Violeta. Morado. ROSADO. ¿Rosado?.. Bueno... si ellos lo dicen... Café. ¿Café? ¿Y esto no lo confunden con la bebida? El español de américa y su gran influencia. Vaya cacao mental van a llevar los niños a casa. Yo diciendo marrón, su profe café. Yo diciendo tupper. Su profe "lunchera". Y así con mil y pico palabras más que ahora no me acuerdo (jaja).

Estoy con varias clases. Todos los niveles están divididos en distintos bloques. Kindergarden en un edificio. 1er grado. 2º grado. 3er grado. 4º...5º... biblioteca, música, arte, educación física... Es genial. Los pasillos para llegar de uno a otro son exteriores, cubiertos con un tejadillo pequeño (menos mal que es el estado más lluvioso).

Comemos a las 11.30 am. Recreo. Descanso. Zumba (¡en clase!) y me marcho. Hoy más pronto de lo normal. Quedé con Liza para hablar sobre las clases particulares de su hija.

Liza no llega. Me pasaba a recoger, ¿no?. La 1 pm. 1.15. 1.30... No tengo datos. Ni número americano. No puedo contactar con ella. ¿Vendrá? Qué raro... aquí son todos puntuales. ¿Y si no viene? ¿Qué hago? No puedo volver a casa. Sabrina no llega hasta las 3.30. Vivir aquí sin coche es una dependencia absoluta. Necesito un medio de transporte. Alguna forma de llegar a donde quiero sin tener que depender de Sabrina. El autobus funciona como puede, y es mal.

Después de 45 minutos, Liza llega. ¡¡BIEN!!. Se le había pasado la hora, y con las distancias no se puede tardar mucho menos. Vamos a comer (otra vez, esta vez comida de verdad). Liza es un encanto. Inglesa, pelirroja, alta, muy muy muy simpática. Hablamos de todo. Sin parar. Es un desastre, como yo. Me encanta jajaja.

Comemos en "Cheesecake factory". EH... ¿QUE PASADA ES ESTO?. Me muero de amor. Una estantería llena, absolutamente llena, de tartas de queso. Todos los tipos. Todos los sabores. Unas 50. Locura. Y eso es sólo el postre. Pido de primero ensalada (que así no me lleno tanto). ES ENORME. Tengo que pedir la mitad para llevar. Y, por fin, postre. Tarta de queso y chocolate Godiva. AFHADIFHA. Todo dicho...

TODO son cheesecakes

Godiva Chocolate Cheescake. La bomba más deliciosa

Llego a casa y salgo a correr. Esa porción de tarta tenía 2500 calorías. No voy a hacer tanto ejercicio en toda la semana como para quemarlo todo. Arriba un kilito.

Me llevo la cámara por si encuentro algún sitio que merezca la pena. MALA IDEA. Todo merece la pena. Corro dos pasos. Paro. Foto. Otros dos. Foto. Dos más. Foto. (Nota mental: No más cámara mientras corro).
Adjunto las fotos, que una imagen vale más que mil palabras. Y aquí solo dejo tres, tampoco voy a saturaros (las de las mansiones de mi barrio las dejo para otro día).


Por el camino encuentro un árbol con una especie de frutas. No se si pueden comerse. Igual son venenosas. Pero tienen buena pinta... Bah, lo que no mata engorda. Cojo una. Tiene pinchos por fuera. Pero no son duros, parece que se puede masticar entera. Voy a ello... DIOS ESTÁ RIQUISIMA. ¿Alguien sabe cómo se llama? (Dejo foto también, por dentro es naranja como la carne del melocotón)


Llego a casa y toca PIZZA-MOVIE-NIGHT! Queridos amantes de las pizzas con piña, este es vuestro mundo. Barbacoa con piña y pollo. Hawaiana. Mil pizzas con piña. Pero están buenas. MUY buenas. 

Hora de dormir otra vez, las 9 pm. Iré adjuntando más fotos del colegio cuando las saque. Merece la pena verlo, es muy muy guay. Aquí dicen que es muy viejo y feo, si ellos supieran... 

¡Buenas noches!



29 de septiembre de 2016

Cuando es tu segundo día

-WHAT ARE YOU DOING??? WHY ARE YOU EATING BREAD WITH SPAGUETTIS???

Lucas tirado en el suelo. Lucía mirándome mal. Carlitos con sus ojos como platos. Mis niños flipando. Mucho. Pero yo más por su reacción...
FAIL. Primer fallo de mi integración en la cultura americana. No pan. No durante la comida. No se empuja. No se rebaña. No os podéis imaginar su cara.¡QUÉ ATROCIDAD!.

("-Mirad, pequeños, mi abuelo pringa hasta el vino con el pan. La vida es así, las comidas ricas hay que aprovecharlas. No voy a ponerme a chupar el plato, así que el pan sirve para eso...")

Peeeero, para compensar mi fallo de integración, he decidido tener mi primer capricho culinario estadounidense. DONUTS RELLENOS. Para llorar de la emoción al comerlos. Así. Sin más. Cualquier día un poco sensible las lágrimas habrían salido a borbotones de mis ojos (hoy no he llegado a tanto, pero de milagrito). Azúcar glass por todas partes. Ropa, manos, zapatos, pelo, cara... Gente mirándome con cara de "esta chica no es normal". Selfies para inmortalizar el momento "primer capricho (que no último)". La gente me mira aún peor. Pero, ¡eh!, que yo soy feliz, eso es lo importante (ja, ja, ja).



Pero no queda aquí la cosa. Por si la gente no me había mirado lo suficientemente mal voy al supermercado de nuevo. (Que obsesión con el súper ehh? ;) ).Seh, me encantan. Alucino con lo diferentes que son en cada país. En ellos se ven sus costumbres. Su estilo de vida. Su forma de ser. Y es que en las fotos de ayer no se apreciaba bien lo que es eso. Pasillos. No exagero. Pasillos enteros llenos de salsas, de patatas, de cereales, de chocolate. Es una locura. Una pasada.



"Eso no es nada", me dice mi americandaddy. (¿¿QUÉ NO ES NADA??). "Ese es un supermercado normal, pronto te llevaremos a ver los supermercados donde realmente compran los americanos. Supermercados para toda la familia". Para toda la familia. Madre... No puedo ni imaginármelo. Seriously???


Voy con Sabrina al Banco. ¡No hay nadie! Parecido a los bancos en España... 2 minutos esperando y me atienden (después de varias disculpas por hacerme esperar tanto). Nombre. Apellidos. Fecha de nacimiento. Qué estás haciendo aquí. En qué trabajas. Por qué. Cómo. Cuándo. Dónde. Dónde vives. Con quien. Dónde vivías antes. ¿Y antes?. ¿Y antes?.  ("¿Qué mas les da donde haya vivido cada año de mi vida?"). Mil cuentas. Blablabla. HECHO. ¡Ya tengo mi cuenta del banco! ¡Una cosa menos!

Toca descubrir la ciudad. Llego al centro de Bellevue, según el mapa. Bellevue Square. Busco una plaza. Sigo buscando. Solo hay edificios. Altos, altísimos. Busco más. ¿Hola? ¿Centro? ¿¿Square?? Nada... Pregunto. "I am looking for the main square... I think it's called... Bellevue Square(?)". Risas. Todo recto y a la derecha. Un edificio. Bellevue Square es un edificio. Es un centro comercial. No me lo puedo creer. Por las calles no hay nadie y todo el mundo está ahí dentro. Hace sol. Hoy hay sol en el estado de Washington (el más lluvioso de los Estados Unidos) ¿y estáis todos dentro de un centro comercial? No puede ser...

Entro. Escaleras. Pasillo izquierda. Escaleras. Pasillo derecha. Pasillo recto. Pasillo. Pasillo. Pasillo. Mierda... Estoy perdida. ¿Cómo llego ahora a la entrada? Creo que es el centro comercial más grande que he visto nunca (y dicen que no es para tanto, como el supermercado). Me encuentro y vuelvo a casa. Demasiadas tiendas por hoy.

Son las 6 pm. Hora de cenar. Si... Aquí se cena a la hora de merendar. Un poco de deberes con Carlitos. Actuación de Lucas (Hoy tocan los delfines y pinguinos ironman). Y a dormir.

Sí, a las 9 de la noche a dormir. ¿Y todavía llamo jetlag al despertarme a las 5 de la mañana? Acostándome a las 9, ¿qué voy a esperar?

¡¡Buenas noches!!

28 de septiembre de 2016

¡Auxilio! ¡Me voy de auxiliar!

Nueva experiencia. Nuevo tema. Nuevo intento de dar vida a este blog.
Esta vez nos movemos un poco más lejos de lo que estaba Noruega. Esta vez volamos a Estados Unidos, concretamente a una "pequeña" ciudad llamada Bellevue, en el Estado de Washington.



Todo comienza a finales de junio. Todo comienza con un correo electrónico. Un correo del Ministerio de Educación...


Todo comienza con un grito ensordecedor. Saltos por la habitación y llantos de alegría.

Por fin. Por fin. después de tanto tiempo y esfuerzo invertido durante este último curso, he conseguido uno de mis grandes propósitos a corto plazo. Me voy otra vez. Me voy un poco más lejos. Me voy a vivir nuevas experiencias. A conocer nuevas culturas. A ampliar mi perspectiva del mundo. A aprender. A aprender mucho. Y también a enseñar, claro (que para eso es la beca principalmente).

Grupos de facebook. Grupos de whatsapp. Conversaciones interminables. Papeles por un lado. Papeles por el otro. Skypes. Correos electrónicos. Dos semanas para empezar. No tenemos ni el visado. Por supuesto, tampoco el vuelo. Nervios. Colas eternas en la embajada. Más nervios. ¿Conseguiremos el visado? Tres preguntas sin sentido. Visado aprobado. Rápido, hay que encontrar un vuelo barato. Y de menos de 35 horas, claro. Nada. Imposible. Arruino a mi familia. ¡Un vuelo decente! 19 horas, menos de 500 euros por trayecto... ¡ES MÍO! Lo tengo. Un paso más cerca.



Maletas. Regalos para la familia. Panfletos, folletos, postales, cuentos infantiles... Material real en español. Tres kilos de más. Los quito de una maleta. Los meto en la otra. 5 kilos de más. ¿Cómo puede ser? Fuera cosas. No son necesarias. No demasiado al menos. Hecho. Dos maletas grandes, una pequeña, una mochila, el abrigazo puesto. Total, a cargar con 60 kilos. No queda nada.

Más correos, más whatsapps. Mi host family parece increible. Salto de alegría. Quiero irme. ¿O no?. Sí, si quiero. Nervios. Muchos nervios. Emoción. Alegría. Miedo. Felicidad. Tristeza. Increible mezcla de emociones.

27 de Septiembre.

¡¡¡QUE ME VOY!!!

Despedidas. Llantos. Besos y abrazos. Solo son 10 meses. Solo 10.







Vuelos. Madrid-Frankfurt. Frankfurt-Seattle. Condor. ¿Quién ha oido hablar de Condor? "El Ryaner intercontinental". Nada es gratis (bueno, miento, al final la comida sí). Islandia. Groenlandia. WAW. Próximos destinos, definitivamente. 12 horas después... Washington desde el aire. Árboles. Más árboles. Montañas. Lagos... ¿Estoy en Noruega? No puedo creermelo. ES IMPRESIONANTE.

State of Washington from the air


Bellevue from the air (and part of Seattle)

Aterrizamos. Nervios. Otra vez, sí. Aduanas. ¿Estará todo bien?. - Good bye. - Hey. -I'd said good bye. OH. Todo bien entonces (¿?).  ¡PERFECTO!

Host mum. Host brothers. Host little sister. Vienen a recogerme y me llevan hasta casa. El paisaje es impresionante. De verdad, dudo que no sea Noruega. Casas INCREIBLES. Coches aún más. Camiones muy muy americanos. Buzones de película. 7eleven (¿en serio?).

Llegamos a casa. ¡ES ENORME! Adoro a mi host family. Son geniales. Me dan todo lo que se puede dar. Mi pequeña sister me ayuda con las maletas. Percha por un lado. Percha por el otro... ¡Listo! Host daddy llega a casa. Súper atento y cariñoso.  Estoy como en casa. (Es broma mamá, casa sin ti no es tan casa).

Mi increíble habitación

9.00 pm. Hora de dormir. ¿De verdad?. En realidad me muero de sueño. ¡See you tomorrow!

28 de Septiembre.

Empieza un nuevo día. Con jet lag, por supuesto. 5.00 am. Queda muuuucho día por delante. Colegio. Seattle. Colegio. Professional Development. Amities encantadores. Profesores más. Me encanta estar aquí. Eso sí, distancias eternas. Estoy un poco desorientada. No puedo hacer casi nada por mi misma. El coche es imprescindible. Transporte público casi nulo. Siempre pendiente de quién me puede llevar y recoger. Me acostumbraré, pero ahora choca bastante (al menos comparado con Comillas, o Salamanca)

Hora de volver a casa. Voy a ir al supermercado, compraré algo rico de desayunar y comer para estos días. Y sano, claro. ¡¡Esto es una locura!! ¡¡Es enorme!! 108390 pasillos. Todos exageradamente llenos. Todo tipo de frutas, verduras, comidas precocinadas, tortillas mexicanas, comida ecológica y, sobre todo, unhealthy food. Chocolates. Cereales de todo tipo, colores, formas y sabores. Salsas. Muchas salsas. Más precocinados. Dos horas dando vueltas. No se ni por dónde empezar.

Miro los precios. ¿6 dólares un paquete de avena? ¿12 dólares un poco de fruta cortada? ¿10 dólares una bolsa de verdura congelada? Creo que me estoy equivocando. Pregunto. No, es así. No me equivoco en absoluto. REPITO, ¿¿¿DE VERDAD NO ESTOY EN NORUEGA??? No, no lo es porque el chocolate es barato. Y toda la comida precocinada. Y las chuches. Y las patatas fritas.

Patatas, chuches, gofres, donuts, mugcakes... por doquier

También fruta y verdura por doquier, pero con distinto precio


Solo me quedan tres opciones:

  1. Muero de hambre
  2. Vuelvo paupérrima
  3. Me convierto en albóndiga
No me puedo creer que mi último post de Noruega (y casi el primero) y el primero de EEUU muestren mi asombro por los precios de la comida. Mercadona, te voy a echar siempre de menos.

¿Cuál de las tres opciones ocurrirá al final?

Vuelvo a casa con tres cosas contadas y 40 dólares menos. Cena. Actuación de Lucas. Deberes con Carlitos. 9.00 pm. Y hora de dormir. Otra vez...

Mañana (espero) contaré más. Rápido, breve y escueto. Lo justo para recordar (vaya memoria la mía...). 

¡BUENAS NOCHES (días en Europa)!