28 de septiembre de 2016

¡Auxilio! ¡Me voy de auxiliar!

Nueva experiencia. Nuevo tema. Nuevo intento de dar vida a este blog.
Esta vez nos movemos un poco más lejos de lo que estaba Noruega. Esta vez volamos a Estados Unidos, concretamente a una "pequeña" ciudad llamada Bellevue, en el Estado de Washington.



Todo comienza a finales de junio. Todo comienza con un correo electrónico. Un correo del Ministerio de Educación...


Todo comienza con un grito ensordecedor. Saltos por la habitación y llantos de alegría.

Por fin. Por fin. después de tanto tiempo y esfuerzo invertido durante este último curso, he conseguido uno de mis grandes propósitos a corto plazo. Me voy otra vez. Me voy un poco más lejos. Me voy a vivir nuevas experiencias. A conocer nuevas culturas. A ampliar mi perspectiva del mundo. A aprender. A aprender mucho. Y también a enseñar, claro (que para eso es la beca principalmente).

Grupos de facebook. Grupos de whatsapp. Conversaciones interminables. Papeles por un lado. Papeles por el otro. Skypes. Correos electrónicos. Dos semanas para empezar. No tenemos ni el visado. Por supuesto, tampoco el vuelo. Nervios. Colas eternas en la embajada. Más nervios. ¿Conseguiremos el visado? Tres preguntas sin sentido. Visado aprobado. Rápido, hay que encontrar un vuelo barato. Y de menos de 35 horas, claro. Nada. Imposible. Arruino a mi familia. ¡Un vuelo decente! 19 horas, menos de 500 euros por trayecto... ¡ES MÍO! Lo tengo. Un paso más cerca.



Maletas. Regalos para la familia. Panfletos, folletos, postales, cuentos infantiles... Material real en español. Tres kilos de más. Los quito de una maleta. Los meto en la otra. 5 kilos de más. ¿Cómo puede ser? Fuera cosas. No son necesarias. No demasiado al menos. Hecho. Dos maletas grandes, una pequeña, una mochila, el abrigazo puesto. Total, a cargar con 60 kilos. No queda nada.

Más correos, más whatsapps. Mi host family parece increible. Salto de alegría. Quiero irme. ¿O no?. Sí, si quiero. Nervios. Muchos nervios. Emoción. Alegría. Miedo. Felicidad. Tristeza. Increible mezcla de emociones.

27 de Septiembre.

¡¡¡QUE ME VOY!!!

Despedidas. Llantos. Besos y abrazos. Solo son 10 meses. Solo 10.







Vuelos. Madrid-Frankfurt. Frankfurt-Seattle. Condor. ¿Quién ha oido hablar de Condor? "El Ryaner intercontinental". Nada es gratis (bueno, miento, al final la comida sí). Islandia. Groenlandia. WAW. Próximos destinos, definitivamente. 12 horas después... Washington desde el aire. Árboles. Más árboles. Montañas. Lagos... ¿Estoy en Noruega? No puedo creermelo. ES IMPRESIONANTE.

State of Washington from the air


Bellevue from the air (and part of Seattle)

Aterrizamos. Nervios. Otra vez, sí. Aduanas. ¿Estará todo bien?. - Good bye. - Hey. -I'd said good bye. OH. Todo bien entonces (¿?).  ¡PERFECTO!

Host mum. Host brothers. Host little sister. Vienen a recogerme y me llevan hasta casa. El paisaje es impresionante. De verdad, dudo que no sea Noruega. Casas INCREIBLES. Coches aún más. Camiones muy muy americanos. Buzones de película. 7eleven (¿en serio?).

Llegamos a casa. ¡ES ENORME! Adoro a mi host family. Son geniales. Me dan todo lo que se puede dar. Mi pequeña sister me ayuda con las maletas. Percha por un lado. Percha por el otro... ¡Listo! Host daddy llega a casa. Súper atento y cariñoso.  Estoy como en casa. (Es broma mamá, casa sin ti no es tan casa).

Mi increíble habitación

9.00 pm. Hora de dormir. ¿De verdad?. En realidad me muero de sueño. ¡See you tomorrow!

28 de Septiembre.

Empieza un nuevo día. Con jet lag, por supuesto. 5.00 am. Queda muuuucho día por delante. Colegio. Seattle. Colegio. Professional Development. Amities encantadores. Profesores más. Me encanta estar aquí. Eso sí, distancias eternas. Estoy un poco desorientada. No puedo hacer casi nada por mi misma. El coche es imprescindible. Transporte público casi nulo. Siempre pendiente de quién me puede llevar y recoger. Me acostumbraré, pero ahora choca bastante (al menos comparado con Comillas, o Salamanca)

Hora de volver a casa. Voy a ir al supermercado, compraré algo rico de desayunar y comer para estos días. Y sano, claro. ¡¡Esto es una locura!! ¡¡Es enorme!! 108390 pasillos. Todos exageradamente llenos. Todo tipo de frutas, verduras, comidas precocinadas, tortillas mexicanas, comida ecológica y, sobre todo, unhealthy food. Chocolates. Cereales de todo tipo, colores, formas y sabores. Salsas. Muchas salsas. Más precocinados. Dos horas dando vueltas. No se ni por dónde empezar.

Miro los precios. ¿6 dólares un paquete de avena? ¿12 dólares un poco de fruta cortada? ¿10 dólares una bolsa de verdura congelada? Creo que me estoy equivocando. Pregunto. No, es así. No me equivoco en absoluto. REPITO, ¿¿¿DE VERDAD NO ESTOY EN NORUEGA??? No, no lo es porque el chocolate es barato. Y toda la comida precocinada. Y las chuches. Y las patatas fritas.

Patatas, chuches, gofres, donuts, mugcakes... por doquier

También fruta y verdura por doquier, pero con distinto precio


Solo me quedan tres opciones:

  1. Muero de hambre
  2. Vuelvo paupérrima
  3. Me convierto en albóndiga
No me puedo creer que mi último post de Noruega (y casi el primero) y el primero de EEUU muestren mi asombro por los precios de la comida. Mercadona, te voy a echar siempre de menos.

¿Cuál de las tres opciones ocurrirá al final?

Vuelvo a casa con tres cosas contadas y 40 dólares menos. Cena. Actuación de Lucas. Deberes con Carlitos. 9.00 pm. Y hora de dormir. Otra vez...

Mañana (espero) contaré más. Rápido, breve y escueto. Lo justo para recordar (vaya memoria la mía...). 

¡BUENAS NOCHES (días en Europa)!



No hay comentarios:

Publicar un comentario