26 de junio de 2019

About Random Soulmates

10 de junio de 2019. 40 grados en las calles de Atenas, Grecia. El calor sofocante no me deja pensar. No me deja actuar. No me deja vivir. Necesito salir de ahi. Necesito un respiro lejos del barullo de la ciudad. Una via de escape. Necesito árboles, montañas, mares. Necesito silencio. Solo el sonido de los pájaros, de las olas del mar, del viento contra los árboles. El calor me está asfixiando y tengo que salir de ahí. Solo un día más. Un día más y podré hacerlo. Un día más para mis vacaciones. Decido que tengo que huir, lejos, lo más lejos posible del ruido ateniense. Alquilo un coche con el único propósito de conducir lejos y llegar al mar. ¿Dónde? No lo sé. Grecia tiene mil lugares que me gustaría visitar, solo tengo que conducir sin rumbo y llegaré a alguno de ellos, seguro. Norte de Evia, costa de Pelaponesse, Pelion, Corfu, Meteora, Monte del Olimpo, quién sabe, solo C-O-N-D-U-C-E. No hay planes, no tengo reservas en hoteles ni hostales, no tengo contactos a los que visitar, no tengo una tienda de campaña ni una hamaca, solo mi mochila y mi saco de dormir me acompañarán, y que pase lo que tenga que pasar.

Decido publicar mi viaje en Couchsurfing Events, en caso de que algún viajero harto de la ciudad como yo quiera acompañarme. Al final, me sobran 4 sitios en el coche, ¿por qué no?. Pasa el día y no hay noticias, nadie está tan loco supongo. El coche está alquilado y las maletas hechas, todo listo para la huída al día siguiente.



8.30pm. Recibo un mensaje en Couchsurfing. A los 30 segundos. Otro más. El primero, una chica suiza de 21 años, el segundo, una canadiense de 23. Las dos están deseando unirse a mi viaje. En ese momento están juntas. Acaban de conocerse y han ido a tomar una cerveza. Rápidamente me paso por donde están para explicarles los detalles con la cara más seria que sé poner- las quejas no pueden ser parte de este viaje: salimos mañana a mediodía, no hay planes y no tenemos tienda de campaña. No sabemos dónde dormiremos ni qué comeremos, qué haremos o hacia dónde iremos. Sus sonrisas crecen cada vez más con cada palabra de "desaliento" que menciono. ¿Estarán tan locas como yo? Sonrio, estoy deseando ver como sale esta pequeña aventura.

11 de junio. Hemos quedado a mediodía para comenzar nuestro viaje. Las recojo y rápidamente decidimos entre las tres dirigirnos hacia el oeste, la costa de la región de Pelaponnese. Exactamente, nos dirigimos hacia un pueblo llamado Kalamata, donde comenzará nuestro viaje hacia el sur. Es extraño como, nada más montar en el coche, una extraña sensación de comfort recorre mi cuerpo. Es como si las conociera de toda la vida. Música tradicional griega de fondo. Nuestros cuerpos moviéndose intentando seguir el ritmo de la música. Snacks. Conversaciones sin sentido. Ideas con menos sentido aún... Soñamos con llegar a la playa, con comprarnos un kit de snorkel y no quitárnoslo en todo el viaje. Tormentas y lluvias torrenciales nos acompañan todo el camino. ¿Cómo hemos sido tan tontas de no mirar el tiempo? Los sueños de playa se desvanecen pero no la emoción por lo que vendrá.

De repente, recuerdo un pequeño proyecto del que había leído y que se estaba desarrollando muy cerca del pueblo hacia donde nos dirigíamos. Este proyecto se llama Art Farm. Solo el nombre ya suena bien y, aunque no tenemos demasiada información, decidimos visitarlo y rezar porque el dueño nos explique más sobre el proyecto y nos deje visitar su granja. Además, hemos leído que ahí te puedes alojar en casas del árbol, así que quizá nos quedamos. Como si nos hubiéramos leído la mente, las tres comenzamos a planear cómo conseguir alojarnos de manera gratuita en esta granja, y el plan parece tener sentido así que cuando llegamos, nos ponemos manos a la obra.

Desde el principio, este lugar nos vuelve locas. Sin duda, uno de los lugares más bonitos que hemos visto en nuestras vidas. La granja se encuentra en la ladera de una montaña y, desde ella, se ve el mar Mediterraneo. Sin embargo, cuando conocemos a Sotiris nos enamoramos del todo. No solo del proyecto sino de él mismo, de su pasión, de su forma de vida, sus ganas de vivir y de hacer vivir a otros como él lo hace. No lo dudamos ni un momento y le ofrecemos nuestra ayuda durante dos días a cambio de alojamiento. El acepta sin pensarlo y nos trae rápidamente tres vasos de limonada para comenzar a trabajar.


Esa tarde le ayudamos a construir un bungalow al que va unido una casa del árbol, que será la habitación principal. Damos de comer a las cabras y a los conejos. Preparamos una cena típica griega y nos sentamos a escuchar las historias de Sotiris durante horas.




 Él nos contó que trabajó como promotor de conciertos en la ciudad de Kalamata, pero decidió salir de la ciudad y abrir este hermoso espacio. ¿Pero qué es exactamente? La granja de arte de Kalamata es muchas cosas. Cuando Sotiris era más joven, sus padres lo llevaban a pasar los veranos en la playa. Construirían casas en los árboles y dormirían junto a la playa durante días y días. Sotiris echaba de menos esto, por lo que decidió construir sus propias casas en los árboles y luego ofrecerlas como alojamiento para amantes de la naturaleza que visitaran la zona.







Cada persona con la que hablábamos no podía creerse que nos hubiéramos conocido el día anterior. Congeniamos de una manera que nunca antes había experimentado. La facilidad de pasar horas riéndonos sin parar, la confianza con las otras, la forma de leernos sin decir palabra. 


El resto del viaje siguió siendo una locura. Dormir bajo las estrellas en tumbonas ajenas, comer melón sin parar, topless en playas recónditas, horas y horas de snorkel, espaldas quemadas, intentos de dormir en hoteles de cinco estrellas y monasterios de forma gratuita, restaurantes cerrados que abren solo para nosotras, postres gratis por lavar platos, puestas de sol, amaneceres, viajes en ferry a islas paradisiacas, horas de coche en playas y montañas, y muchas, muchas, muchas risas (y fotos). 

Snorkeling time

Wild Camping life

Wildcamping Life II. The breakfast part

Little paradise

Best greek food EVER

Helping with the dishes


He is the owner of the best Greek restaurant in Greece


Driving mad moments

Crazy mountain roads

Ellas, Sophie y Pritha, me han demostrado que no se necesita tiempo para confiar, para ser quien eres 100%. Solo se necesita encontrar a las personas adecuadas. Ellas son mis almas gemelas y con solo 4 días han conseguido que escriba en el blog después de tanto tiempo, porque esta experiencia de confianza en la humanidad ha sido uno de los puntos más altos de mi vida.