La Navidad se acerca, y se nota, se nota muchísimo. Creo que nunca había vivido en un ambiente tan navideño como lo estoy viviendo ahora. Y es que mi pequeño Enriquillo sería feliz aquí. Este es su paraiso. De verdad. Enrique. Tienes que vivir aquí. Todo, absolutamente TODO te enamoraría. Pero lo que es el mundo navideño... caso aparte. Y es que las tradiciones navideñas van desde decoración, hasta regalos. Desde parades hasta tarjetas navideñas con fotos familiares... Y por eso en esta entrada quiero hacer una recopilación de algunas tradiciones famosas que he ido viendo durante este mes (sí, porque aquí la Navidad da comienzo oficialmente el día después de Acción de Gracias) y de las que no quiero olvidarme.
1. Luces navideñas. Por todas partes. No solo en el árbol, no (que también). Pero el síndrome luces navideñas les obsesiona de tal manera que encontramos tejados llenos, pinos del tamaño de un edificio, barandillas de escaleras, buzones... Todo con luces. Y para mostraros el extremo más impresionante que he vivido, os dejo las fotos de Candy Cane Lane. Una calle donde los vecinos, al comprar su casa, firman un contrato en el que se comprometen a adornar su casa de la manera más navideña posible. Y este es el resultado.
2. Muérdago. Es otra de las tradicciones más famosas. No solo en Estados Unidos pero realmente en España no había llegado a verlo. Y me hizo mucha gracia ver como, cuándo Sabrina lo puso en casa, los niños lo único que intentaban era no pasar juntos por debajo del arco. Que si pasamos juntos... ¡¡¡¡besoo!!! aggg... beeeesoooo. ¡¡QUE ASCOO!!
Y es que cada vez que dos personas pasan juntas por debajo del muérdago, deben darse un beso y coger un fruto (aunque los nuestros no son de verdad, pero bueno, todo cuenta).
3. Coronas en las puertas. Por dentro. Por fuera. Por todas partes. Las coronas de Navidad decoran las puertas de todos y cada uno de los hogares. Grandes, pequeñas, enormes...no importa. Lo importante es colgar una. O dos, como en mi casa.
4. Regalos. Cómo no; no podíamos dejarlos aparte. Los regalos aquí son fundamentales. Siempre había pensado que Estados Unidos es un país muy consumista, y realmente mi opinión no ha cambiado mucho. También puede ser porque estoy viviendo en una de las ciudades con más dinero del Estado. Pero desde el Black Friday, los centros comerciales están a rebosar. Literalmente. No cabe una aguja. Y, como ya sabréis, aquí no vienen los Reyes Magos. Todos los regalos son en Navidad. Pero no porque solo se celebre un día los niños tienen menos regalos. De hecho es impresionante la cantidad de regalos que tienen. Empiezan a ponerse debajo del árbol desde comienzos de diciembre, y los niños tienen que esperar hasta el día 25 para abrirlos (o 24 por la noche, depende de la familia). ¡¡YO ME VOLVERÍA LOCA!! ¿Tener los regalos delante de mi, y no saber qué es, y no poder abrirlos? ¿Qué tipo de tortuta psicológica es esa? Además, añadir que aquí hay dos tipos de regalos: los regalos de Navidad (que se abren la mañana de Navidad) y los regalos de Santa (que son los buenos, y se abren la noche de Nochebuena).
5. Casas y muñecos de jengibre. No pueden faltar. También desde noviembre empiezan a verse en las tiendas todos los materiales necesarios para construir casitas de jengibre, para decorar galletas... Y todos los niños (que conozco, por lo menos) tienen un día (mínimo) de hacer galletas y decorar casitas de jengibre. Con todos los colores. Con todos los adornos posibles. Mis niños hicieron la casita con Lara hace una semana, y hoy hemos estado haciendo galletas para mañana decorarlas. Y menos mal que no se nos ha ocurrido hacerlas antes... porque es un no parar; solo ver la masa ya te apetece pegarle un bocado.
6. Calcetines para Santa. Esto también lo hacemos en mi casa, pero definitivamente el año que viene compraré unos bordados con los nombres de los miembros de la familia (Mamá, Enrique y Vega). Que no haya confusión (aunque con Enrique en casa no suele haber ningun tipo de confusión... ya se encarga él de dejar muy claro para quién es cada uno).
En los calcetines Santa deja los regalitos pequeños -no chuches-, y aquéllos regalos que no entran en el calcetín los deja debajo de cada uno de ellos. Claro, no los puede dejar debajo del árbol porque ya está lleno de regalos desde hace un mes...
Aquí los calcetines SÍ se cuelgan en la chimenea... Y es que todas las casas tienen una, aunque sea eléctrica o de gas.
En los calcetines Santa deja los regalitos pequeños -no chuches-, y aquéllos regalos que no entran en el calcetín los deja debajo de cada uno de ellos. Claro, no los puede dejar debajo del árbol porque ya está lleno de regalos desde hace un mes...
Aquí los calcetines SÍ se cuelgan en la chimenea... Y es que todas las casas tienen una, aunque sea eléctrica o de gas.
7. Películas navideñas. Las ponen en la televisión todos los días y es muy común verlas en familia. De hecho, ahora mismo estamos viendo Elf, una de las películas más típicas en Navidad. Aunque yo siempre he preferido El Grinch. Sí, me siento muy identificada con él. Pero porque mi hermano siempre ha sido el alma de la Navidad de la familia...y no podía más con ella. Yo, como el El Grinch siempre quise destruírla.
8. Christmas Parades. O lo que nosotros traduciríamos como Cabalgata. Pero no sé cómo nombrarlo en español. No es una cabalgata realmente. Se quedan quietos. Es una cabalgata que no se mueve. Que no anda. Eso sí, al menos la de Bellevue, está muyyyyy currada. Hay todo tipo de bailarines, personajes disfrazados por todas partes... Pero he tenido la suerte de estar en la ciudad con "la mejor Christmas Parade de todo Estados Unidos". Y es que llevan haciéndola TODOS los días durante un mes entero (aunque también es cierto que dura 15 minuticos de nada). Pero bueno, que se lo curran. Y mucho. Y, por ser llamada Snowflake lane, ¡NIEVA!. Sí, hacen que nieve, y realmente parece nieve de verdad.
9. Postales navideñas. Y no son las que compras en las tiendas. O en el Colegio para ayudar a Las Misiones. Sí, esas postales que hacían las mujeres africanas y que comprabamos en el Cole para nunca enviárlas a nadie. Los americanos realmente se lo curran. Y vaya que sí.
Sesión de fotos navideña... y hacen postales con sus propias fotos. Después las envían a todos sus familiares, amigos y conocidos. ¡Incluso mi madre ha recibido una de mi host family! (gracias Carlos y Sabrina por el detallazo).
Son todas preciosas y es una de las tradicciones que pienso llevar a cabo cuando tenga hijos. Decidido. Y coleccionaré todas las que me manden todos mis amigos. Como mi host family hace:
10. Árboles de Navidad naturales. Y lo escribo lo último. Sí. Porque en realidad esta tradición, por suerte o por desgracia, se está perdiendo. Los árboles empiezan a comprarse artificiales, son más baratos, duran más tiempo y no ensucian la casa entera. Pero aún sigue siendo tradición en muchas familias ir a buscar los árboles de navidad a una Christmas Tree Farm, subir el árbol a la parte superior del coche, atarlo bien, y llevarlo a casa para decorarlo en familia. La mayoría son pinos altísimos, incluso sé de familias que tienen árboles de dos pisos. Sí. Dos pisos.
Podría decir alguna más que he oído por aquí, como ir a ver el Ballet del Cascanueces todos los años (lo cuál prometo he intentado hacer con mis niños, pero los precios más baratos que he encontrado son de 45$ por NIÑO- 60$ por adulto- repito, lo más barato), Christmas carrols por las calles (que todavía no he visto porque aún no es Navidad)... entre otras 157.843 cosas.
Pero debo decirlo. No es realmente Navidad para mí. No me siento en Navidad.
Navidad es familia.
Y aunque tengo a mi familia de acogida, no es lo mismo.
Tito, Tita os echo de menos. Mamá, Enrique, Chus, Alberto, Nieves, Ramón, Fran Rosa, Primos... No es lo mismo sin vosotros. Por no hablar de la comida... Voy a echar de menos los Langostinos (y si son los que hace Fran en el horno, más aún), la Merluza rellena, la Cabeza de jabalí, todos los Fiambres raros que compráis, los Volovanes rellenos de salsa de champiñones, el Bacalao al ajoarriero de Tita y hasta el Pollo de corral (siiii el pitu caleya de Goreti) que jamás comeré pero que huele que alimenta. Oh, y los polvorones. Y el turrón. Y EL ROSCÓN DE REYES. Oh si. El roscón de reyes lo voy a echar MUUUUCHO de menos.
Pero es diferente. Y va a ir genial. Y estoy muy muy feliz de estar viviendo esta experiencia. Lo prometo.
¡¡¡Feliz Navidad para todos!!! (que seguramente no vaya a escribir otra vez antes del sábado)
Por cierto, ¡¡ ME VOY A CELEBRAR NOCHEVIEJA A NUEVA YORK!!
Ya os contaré como va la experiencia de Times Square y las campanadas (Y las uvas allí, que pienso comerlas).
¡Besitos para todos!
Os quiero muchoooooo