Llevo días sin escribir. Lo sé. Lo siento. Matadme. Soy una vaga. Me puede la pereza. Bueno, y la falta de tiempo. No es todo culpa mía. No quiero que penséis que soy una dejada (solo un poco, pero no es lo único). No he parado. Literal. Desde el martes NO HE PA RA DO. Resulta que el lunes tengo que hacer la defensa del TFM. A las 00.30 de la noche. Sí, y porque (gracias al Cielo) me han cambiado la hora. Que en principio lo tenía a las 2 de la mañana. Olé ahí. Mira que sabían que estaba a 9 horas de diferencia horaria. Pero, ¡queeeé mas da! Total, su hora de hacerlo es una hora lógica. Las 11.. no tienen ni que madrugar. Pero eso, que por suerte me han cambiado la hora. Pero, ¿qué pasa? Que ya me había olvidado de defensas. El "ya si eso mañana..." me ha pasado factura. Y me veo a dos días antes de la defensa haciendo la presentación. A toda prisa. Y que quede bonita. Total, que hoy he estado de 7.30 a 17.30 haciéndola. Sin parar. Así, a dolor vivo. Y pensé que no la terminaría nunca... Ahora solo falta prepararme lo que voy a decir, que no es poco. A ver cómo cuento yo todo lo que tengo que contar en 20 minutos. Madre... Me lo voy a inventar más... A ver qué desastre acabo haciendo...
Pero tampoco quiero daros una imagen de empollona que llevo todos los días con la defensa. Porque, por suerte o por desgracia, no es así. Esta semana tenía muchos planes (de esos que acaban no cumpliéndose nunca). Y, tal cual. Viernes Seattle (Fail). Sábado hiking (Fail). Sábado baile de otoño (?) en Newport, el instituto de Lara (Fail). Resulta que ha llegado a Washington la tormenta más grande en los últimos 10 años. Vientos de 60 millas la hora (unos 100km/hora) decían. Lluvias torrenciales. Árboles destrozando casas e infraestructuras. No podremos salir de casa. Compremos provisiones. Y cargadores. Y linternas (yo antes era de velas, ahora estamos modernizándonos). Así que, con estas previsiones, lo más razonable era suspender los planes "outdoor". Equilicuá. Y ni tormenta ni náh. Aquí se asustan mucho por todo. No ha sido para tanto. Un poco de viento fuerte y algo de lluvia (poco más fuerte de lo normal aquí). Pero todos cagaditos. Han suspendido todo. Hasta las clases de yoga para todo el fin de semana. ¡¡Pedazo de gallinas!!
Siiiiin embargo.. Entre los miles de fail plans que tuvimos, ¡también se ha cumplido alguno! Y porrrr eso, esta entrada se llama "Cuando la cosa va de partidos". Y es que he ido a DOS. Sí. DOS. Ni más ni menos. Soccer (o el fútbol-típico-español-de-toda-la-vida) y fútbol americano. El primero fue el miércoles. El de fútbol americano ayer.
Empiezo por el principio, que así no os lío la cabeza.
Miércoles. Por la mañana colegio. Día más aburrido de todos los que he tenido en el colegio. 5º de primaria. Para pegarse un tiro. Los niños rotan y están entretenidos. Yo me quedo 2 horas en cada una de las clases. Las cuales las profesoras repiten UNA Y OTRA VEZ durante toda la mañana. El aire de instituto empieza a notarse. Hasta se come en clase. No hay más que contar. Fue un horror de mañana. Las dos horas de matemáticas me dejaron la cabeza destrozada. Por la tarde he quedado con Mike, que es un amigo del hermano de las amigas de mis tíos de Asturias. Así de fácil. Si el mundo es un pañuelo. Hemos quedado a las 4 para ir a ver el partido a las 7. ¿Y hasta entonces? No hay mucho tiempo entre medias? Quizá sea por el tráfico... Si. Aquí hay mucho tráfico normalmente.Debe ser por eso.
Mamá Sabrina está preocupada. No le conozco. Nunca le he visto. No se nada de él. Solo su nombre. Y que es amigo del hermano de las amigas de mis tíos, claro. Creo que será mayor. Me parece que el amigo del hermano de las amigas de mis tíos es mayor. ¿Pero cuánto? Mamá Sabrina se preocupa más. "Tenemos amigos que van a ir al partido también. Avísame si no estás cómoda y te vas con ellos. Además, son argentinos, así es más fácil". No va a pasar nada. (Vega y su confianza eterna en la humanidad). A las cuatro llega a recogerme. Es mayor, pero no tanto, normal de mayor. Debe tener 35 o así. Está casado. Con una chica japonesa (SÚPER GUAPA). Vamos a quedar con ella después para ir a cenar juntos. Me enseña Seattle desde el coche. La zona de la Universidad. La biblioteca donde está grabada una parte de Harry Potter (¿POR QUÉ NADIE ME HABÍA DICHO ESTO?). Algunos barrios súper chulos. Y Green Lake. Todo el mundo habla de Green Lake. Es un parque (sin árboles, que debe ser que ya hay muchos en el resto del estado) con un lago enorme en medio. Ahí va la gente a caminar, a correr, hacer ejercicio, picnics... Tiene vistas a Seattle Downtown, así que se ven todos los edificios gigantes desde aquí. Es precioso. Le faltan algunos árboles, pero bueno, está guay igual. "¿Te gusta el tequila?". "Sí... ¿por qué?". Ven, vamos a tomar algo. Bar-restaurante mexicano. Barra LLENA de tequilas. Miles de ellos. Pero no es mi hora del tequila. Son las 4.30 pm. Me pido una cerveza. Mike una cerveza y un tequila (del marróncito, no del transparente). Me lo deja probar. Que asco. Sin limón ni sal ni nada. Así, a palo seco. Aggggg. Y lo bebe sorbito a sorbito, para prolongar el dolor. Que horror. Le invito. 20$. WHAAAT? Dos cervezas y un chupito. 20$. No vuelvo a ser generosa. Nunca, no aquí por lo menos. Qué locura.
Vamos a recoger a su mujer y a cenar. En principio ella iba a cocinar. Pasta. Pero no tenía tomate. MENOS MAL. Así que vamos a un japonés. El mejor japonés de Seattle según ella. Habrá que creerla. Ella es la japonesa. Les cuento que en España lo mas típico son los rolls. Los redonditos. Resulta que (como pasa con los burritos) ese tipo de shushi es un invento americano. ¡A tomar vientos! Así que piden "shushi-shushi" para que sepa de verdad lo que es. Comenzamos con la bebida japonesa. Vino blanco japonés (que sabe a tequila) y cerveza japonesa. Es de mala educación servirse el vino a uno mismo. Pero solo el vino. Comida. Empezamos con unos trozos de un pescado (creo que es rape) crudo. Está muy muy bueno. Lleva una especie de salsita y le da un sabor buenísimo. Atún crudo con una especie de soja. Otro pescado. Nigiris con todos los tipos de pescado por encima. La soja nos la han dado ya untada en el pescado. Pero me explican cómo se hace para no mojar el arroz y que se quede lleno de salsa. Todo muy interesante. Atún rojo. Más shushi. Más... Muchísima comida. Estoy súper llena. Y un poco borrachina ya. Debería dejar de beber vino y cerveza a la vez...
Al terminar de cenar Mike y yo cogemos un Uber para ir al partido. ¡¡Mi primer Uber!! ¡¡¡Qué emocionante!!! Para quien no lo sepa, es una mezcla entre taxi y blablacar. La gente que se aburre se pasea por la ciudad con el coche y si alguien les llama desde la aplicación hace la función de un taxi pero con su propio coche. Dicen que hasta los propios taxistas lo usan para ganar algo de dinero de más (y es que con este invento deben ganar poco, porque nadie usa taxi). Las vistas de la ciudad son alucinantes. Aunque con la cámara de mi súper móvil no se aprecia. Waw. De noche llama más la atención incluso que de día.
¡¡¡EY!!! ¡¡Qué barrio más guay!! ¿Dónde estamos? " En la zona antigua de Seattle. ¡¡¡PERO QUE HAY ZONA ANTIGUA!!! ¿Y qué hacíamos nosotras el otro día por la zona de "tienda-tienda-tienda-tienda-starbucks-tienda-tienda-starbucks-mcdonalds-tienda"? Nos habían timado. La próxima vez esta zona es la que nos tenemos que recorrer. Pero resulta que es zona de yonkis. Bah. Vuelve mi confianza en la humanidad. Si no me voy a perder todo en la vida.
ESTAMOS EN EL ESTADIO. Todo el mundo está borracho esperando a entrar. Muchísimo ambiente. Más que en el partido del racing (lo siento Yanguas, así es). Y yo que pensaba que aquí no se jugaba al fútbol (Soccer o como quieran llamarlo)... ¿Pero EEUU no juega en el mundial, verdad? Me muero de emoción con el ambiente. Es súper americano. Huele a perrito caliente. Hamburguesa. Y palomitas llenas de mantequilla. Todo al mismo tiempo. Compramos cervezas para amenizarlo. Sólo 10$ cada úna. ¡¡MENUDO CHOLLO!! (la estrategia de "borrowing beers" va a reaparecer en mi vida me parece). Ya puede durarme todo el partido. O emborracharme a gusto, así no lo pienso.
SOUNDERSSS SOOOOUNDERS... Ups.... Creo que me está subiendo la cerveza. Estoy yo sola con 6 americanazos más. Pero, para variar cuando voy a un partido (JAJAJA, ni que hubiera ido a más de dos en mi vida), los Sounders no marcan ni un gol. Así que sigo sin saber cómo es esa emoción de que tu equipo marque. Creo que volveré la semana que viene, o la siguiente. A ver si hay más suerte.
Al salir vamos a un grupo de conversación de Español que organiza un amigo del amigo del hermano de las amigas de mis tíos. Y a practicar el español, por si acaso lo estaba perdiendo ya. Juego al billar (por primera vez) y madre, no puedo ser peor. Yo me hubiera echado del bar. Directamente. Casi saco tres ojos, rompo cinco vasos y lanzo el palo volando. Pero todo bien. La cerveza sigue haciendo efecto así que no me preocupo demasiado.
El miercoles, como véis, fue un día muy guay. Pero como he dicho antes. No queda ahí la cosa. Que no. Que aún queda un partido más. DE FÚTBOL AMERICANO. Este si que sí. Quiero ir a ver a los Seahawks (el equipo de fútbol americano de Seattle). Pero sólo cuesta 200$ la entrada más barata. Casi gratis. Otro chollo. Creo que los veré en la tele.
Viernes por la tarde. Después de morir toda la mañana haciendo la presentación, toca despejarse. Equipo del instituto de Lara. Newport. 7.30. Partido. Llegamos. 5$. Si cobran hasta por los partidos del instituto, no me fastidies... Hace un frío que pela. Pero la gran tormenta más dura de los últimos 10 años no nos va a parar los pies. Lluvia. Viento. Frío invernal. Y Vega con chubasquerillo de plástico fino. Como una machota. Dí que si.
No comprendo el juego. Nada de nada. Sacan. Se tiran unos encima de otros. Vuelta a empezar. Sacan. Aplastamiento. Otra vez. Sacan. Aplastamiento... etc. etc. etc. (durante tres horas que dura). Miro el marcador. 0-32. ¿¿¿EEEEHHHH??? "¿Vosotras creéis que esos son los puntos?". Voy a preguntar. Sí, son los puntos. Van perdiendo de 32. DE 32. (Como he dicho, no comprendo este juego, así que yo me imagino que es como fútbol normal y han marcado 32 goles, así es más impresionante).
Pero eh, me lo paso pipa con la orquesta (que toca canciones de el Príncipe de Bel Air) y las Cheersleaders. Son TO TA LES.
Pero me estoy helando. Mis manos tienen rainone (como lo llama mi madre) y mis dedos se han muerto. Necesito ir a un lugar calentito. Venga, vámonos...
Eh... ¿Qué es eso? ESPERA UN MOMENTO. ¿Por qué están esos vestidos de sirenitas hawaianas? ¿Qué van a hacer? Desfilan por alrededor del campo. A lo lejos una banda de música enorme. Deben ser como 80 personas. AYYYY. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? Me quiero ir. Pero no quiero. Pero me congelo. Pero la emoción me puede. Quiero volver al Instituto. En América. Quiero ser estudiante. Y cheersleader. Quiero ver qué van a hacer las sirenitas hawaianas. Tienen banderas. Y bailan. Se acaba la primera parte del partido. Todos se preparan. Ready... Steady... GO!
No hay más que decir. No hay palabras. Creo que en uno de los vídeos hasta se me oye gritando. Estoy entusiasmada. De verdad. Entusiasmada. No tengo más que decir acerca del tema.
Cuando se acaba la primera parte y la actuación nos marchamos. No puedo más. No tengo manos. Están blancas. Sin sangre. Una locura. Y no hemos cenado. ¡Y ya son las 9 de la noche casi! ¡¡¡QUÉ HORAS SON ESTAS!!! Yo, acostumbrada a cenar a las 5.30 - 6.00... Esto es tardísimo para mí. ¿Griego? Griego. Pido un Gyros. Con carne de burra y res. Que es lo más típico. Dicen. Pues eso mismo. Y tengo buena suerte. Está de li cio so. O yo tengo mucho hambre, que también puede ser.
¿Una cerve? Hay un sport-bar aquí al lado. Vamos ahí mismo. Así no cogemos el coche mil veces.
One beer, please
¿Pasaport? ¿ID?
(Mierda, se me ha olvidado...) Ok, I forgot my passport... Then, could I have a coke? Diet coke please.
ID?
What? ID for a coke too? WHAAT? Ok... A glass of water then...
ID?
¿¿¿PEEEERDONA??? Tiene que estar de broma. You are kidding, right? Pos que no, que no está de broma. Que es verdad. Que no me da agua. Que me vaya del bar. Que sin pasaporte no hay bares. Que la ley es la ley. Y necesito el pasaporte para entrar en un bar. Aunque solo vaya a mirar. ¡Malditas leyes americanas sin sentido! Casa. Pasaporte. Vuelta a un bar. Cerveza fresquita. Jo, que bien. Lara tiene que conducir de vuelta. "Perdón, ¿con cuántas cervezas puede pararte la policía?". Punto cero ocho. Lara me mira. La miro. Miradas de felicidad. AAAAH BUEEEEENO. Punto cero oooocho... De sobra. Punto cero ocho es menos de una cerveza. ¿¿¡¡¡QUE QUÉ!!!?? Una de 12 onzas como la que nos estamos tomando ya pasa el límite. No pu e de ser. Y yo que ustedes tendría cuidado, a un chico que viene mucho por aquí hace poco le pillaron con una cerveza. El abogado le salió por unos 15.000$. (El camarero era panchito). ¿¿¡¡ABO... QUÉ!!?? ¿¿PERDÓN?? ¿ABOGADO? ¿POR UNA CERVEZA? Blancas. Así estamos. Mandíbula al suelo. ¡Pam! Y así, planchadas nos deja. Así que paseo. Para bajar la media cerveza. Just in case. You know.
Y así (casi) acaba nuestro finde de planes failed y otros planes guays.
Por cierto, he encontrado una nueva tienda-supermercado. Bueno dos. Sí, si ni más, ni menos. Y como sabéis que estoy algo obsesionada con los supermercados os lo tengo que contar.
Market world. Tienda de cosas de todo el mundo. Desde ropa, inciensos, velas, instrumentos de cocina, muebles, postales en todos los idiomas y juegos de todas partes, hasta COMIDA de todos los países que os podáis imaginar. Hasta chuches japonesas.
Mariana, Caitlin. No he podido evitar acordarme de vosotras |
Como buena pava que soy (y acordándome de Enrique) hago fotos a los Mikado de mil sabores deliciosos, hasta cubiertos de almendras garrapiñadas |
Evita, ¡mira! ¡Doritos healthy de chia y chinoa! |
Mamá, Tito. Ya no tenéis que mandarme turrón por Navidad. Con los polvorones me vale. |
Y el otro supermercado es ecológico entero. Super healthy. Muchísimo. Todo sanísimo. Comida precocinada a mogollones. Pero toda ecológica y sana (de hecho me compré un trozo de pizza - vegana y sin queso - que estaba para chuparse los dedos). Pero, para variar, no tenía batería así que no pude hacer fotos. Pero hasta mojaban las verduritas para que mantuvieran su frescor. Así de pijos son.
¡Buenas noches/tardes/días a todos!
Aissss me encanta leerte! Escribes muy bien; cuando leo tus entradas tengo la misma sensación de tenerte sentada frente a mi en la cocina, contándome todo lo que haces. Es un placer leerte! Sigue escribiendo, aunque sea vagazamente....,
ResponderEliminar