Hace una semana escasa, estabamos planeando nuestro proyecto de plástica. Un proyecto que trataría sobre la potenciación de la creatividad, o sobre el cuento, o la animación en el aula... Teníamos todo planeado, muchas ideas que podían resultar muy atractivas para el proyecto.
Pero no siempre se puede hacer lo que uno quiere.
Al presentar nuestros temas al profesor, los aceptó, pero fue más allá. Nos obsequió con un tema que "abarcaba todos los que habíamos propuesto". Un tema que nos encantaría y nos iba a motivar muchisimo.
¡¡EL VIDEOJUEGO!!. ¿Que locura verdad? ¿Como ibamos a llevar el videojuego a un aula de primaria? ¿Cómo ibamos a conseguir que los niños vieran la finalidad didáctica de estos? Yo soy nula para los videojuegos, nunca he jugado con ellos, ni siquiera me gustan, ¿como voy a motivarme con un tema que no me atrae en absoluto?
¡UN BOCADILLO DE MOTIVACIÓN!. Exacto, eso fue lo que nos dijo que teníamos que hacer. Comernos un gran bocadillo de motivación, para que así empezara a gustarnos nuestro tema.
Indignación, esa es la palabra que describía mis sentimientos en ese momento. Estaba indignada, es un trabajo que iba a ser evaluado y lo único que tenía claro es que tenía que comerme un bocadillo de motivación.
Una semana después de pensar y pensar cómo abordar este tema, hemos conseguido dar el primer mordisquito a ese bocadillo de motivación que nos teníamos que comer. Y, tras haber hablado con Beatriz Marcano, especialista en formación y videojuegos aplicados en el ámbito educativo, vamos teniendo una idea de cómo conseguir que nuestro proyecto nos llame la atención. Tenemos unas metas y vamos a conseguirlas, tendremos que trabajar duro, más de lo que pensábamos. Pero esto nos llevará a una recompensa. Ella nos ha hecho ver que no debemos tener miedo a un tema solamente porque no sepamos de él.
¿Por qué no jugar en la escuela? ¿Por qué no usar los videojuegos? Los niños se pasan la vida jugando, aprenden jugando, hasta que comienza la escolarización obligatoria. En este punto el concepto de jugar se queda fuera de la escuela. Está en un ámbito diferente. ¿Como voy a jugar con un niño si tiene que aprender conocimiento del medio? ¿O matemáticas? ¿O literatura?
Se puede hacer. Y nosotras vamos a aprender a hacerlo.
Vamos a ir comiendo poco a poco ese bocadillo de motivación hasta que estemos llenos y podamos abordar el tema como realmente tenemos que hacerlo.
Tenemos que ser positivos en la vida, ya que si somos negativos no llegaremos a hacer correctamente todo lo que nos propongamos.