26 de abril de 2013

Joaquin Sorolla

Recuerdo que cuando era pequeña, en el hotel de mi padre siempre había un cuadro precioso que me llamaba mucho la atencion. 
Pero tampoco le daba más importancia. 
Pasaba delante de él, lo miraba, pensaba "vaya pintura más bonita", pero no le daba más importancia. Nunca me interesó saber quién era su autor, ni el significado que tenía... 
El Baño del caballo

Este era el cuadro que tanto me impactaba. Quizá me llamó la atención por el caballo, animal que me entusiasma desde que tengo uso de razón. O por la playa. O por el caballo en la playa... Es un conjunto perfecto, es una pintura espectacular.

Pero hace unos cuatro años fui a Madrid. Y mi madre estaba obsesionada en que teníamos que ir a ver la "Casa Museo de Sorolla".

"¡MENUDO ABURRIMIENTO!, ¿¡DE VERDAD TENEMOS QUE IR A ESO!?" fue el pensamiento de mi hermano y mío en el momento que lo dijo (Bueno, y hasta que entramos en el museo)
Claro, nosotros preferíamos ir al Parque del Retiro a montar en las barcas y jugar un rato. Pero teníamos que ir a ver museos. "Cosas de padres".

Llegamos al museo, y en cuanto lo ví, ya solo la casa me llamó la atención. Una casa que no pegaba nada con la gran ciudad. Una casa en medio de edificios, pero una casa preciosa. Con sus jardines llenos de árboles y de fuentes. Un lugar precioso. Esto me hizo cambiar un poco la visión que he descrito antes.
Pero al entrar y ver sus obras de arte me quedé alucinada del todo. Nunca pensé que ver un museo de arte me dejaría tan perpleja. Esas obras, esos colores utilizados, esa forma de pintar... Indescriptible todo lo que sentí en ese momento.

El bote blanco

Mujeres en la playa
Niña
Niño y su barco
Bajamar


Sorolla es un pintor luminista español, aunque muchos le encasillan equivocadamente como impresionista. En sus pinturas domina la luz, pinta al aire libre para dar más sensación de realidad a estas y en casi todas sus obras aparece representada la vida cotidiana mediterránea.

La verdad es que creo que sus obras me gustan porque me evaden de la vida cotidiana y me llevan al verano, a mis vacaciones en la playa, a Asturias (aunque sus pinturas se centren en el Mediterráneo), a el relax y la tranquilidad. Al no tener que hacer nada, al estar sin preocupaciones...




Y así a la bobada y a la tontería me ha entrado una morriña de verano de no querer más.

Mañana más entradas y mejor.
Espero que os haya gustado mi opinión sobre Joaquin Sorolla.





16 de abril de 2013

Sky Art

La imaginación es algo increible, y a mí, personalmente, cada día me sorprende más.



Hoy viendo una página de facebook, he visto algo que realmente me ha sorprendido. Algo que me ha hecho pensar que es verdad eso de que la imaginación no tiene límites. Una persona creativa lo es con cualquier cosa. No necesita más que la vida real para serlo, con cosas cotidianas, que se ven todos los día, un artista es capaz de hacer cosas inesperadas e inimaginables.



Estas obras de arte son creadas por Thomas Lamadieu. Su lienzo son las siluetas creadas por los edificios en el cielo. Ahí dibuja y pinta lo que quiere. Y esto me parece increible.

Aquí os dejo con algunos ejemplos de sus pinturas.
Espero que os gusten tanto como a mí.













"Lo esencial es invisible a los ojos". El Principito

10 de abril de 2013

La batalla que no elegimos




¿Se pueden sentir cosas contrarias a la vez?
Yo lo estoy haciendo ahora mismo.

Lloro, pero a la vez sonrio. Y es que acabo de leer una historia que hace estremecer hasta al más duro.





Se trata de la historia de un fotógrafo y su esposa, en ella se muestran imágenes de la lucha contra el cancer de ella hasta la muerte. Se muestra el dolor, el reto, la dificultad de superar obstaculos, la tristeza... pero a la vez el amor y el apoyo que se tenían, la felicidad al estar juntos...




La historia, traducida del blog del fotógrafo, es la siguiente:



"La primera vez que vi a Jennifer sabía. Yo sabía que ella era la elegida. Yo sabía, al igual que mi papá cuando contó a sus hermanas en el invierno de 1951 después de conocer a mi mamá por primera vez, “la encontré.”
Un mes más tarde Jen consiguió un trabajo en Manhattan y dejó Cleveland. Yo iría a la ciudad – a ver a mi hermano, pero realmente quería ver Jen. En cada visita mi corazón le gritaba a mi cerebro “, le digo!” Pero no podía reunir el valor para decirle a Jen que no podía vivir sin ella. Mi corazón finalmente se impuso y, como un chico de escuela, le dije a Jen “Estoy enamorado de ti.” Para el alivio de los latidos de mi corazón, los ojos hermosos de Jen se iluminaron y dijo: “¡Yo también!”
Seis meses más tarde, recogí mis pertenencias y viajé a Nueva York con un anillo de compromiso quemando un agujero en el bolsillo. Esa noche, en el restaurante italiano favorito, me puse de rodillas y le pedí a Jen que se casara conmigo. Menos de un año más tarde nos casamos en Central Park, rodeados de nuestros familiares y amigos. Más tarde esa noche, bailamos nuestro primer baile como marido y mujer, acompañado por mi padre y su acordeón – ♫”Estoy en el estado de ánimo para el amor … “♫
Cinco meses más tarde Jen fue diagnosticada con cáncer de mama. Recuerdo el momento exacto… La voz de Jen y la sensación de entumecimiento que me envolvía. Ese sentimiento nunca se ha ido. Nunca voy a olvidar cómo nos miramos a los ojos, el uno sostuvo las manos del otro. “Estamos juntos, vamos a estar bien.”
Con cada desafío que se acercaba. Las palabras se volvían menos importantes. Una noche Jen acababa de ser admitida en el hospital, el dolor estaba fuera de control. Ella me agarró del brazo, con los ojos llorosos: “Hay que mirarnos a los ojos, esa es la única manera que puedo manejar este dolor.” Nos amábamos con cada pedacito de nuestras almas.
Jen me enseñó a amar, a escuchar, a dar y creer en los demás y para mí. Nunca he sido tan feliz como lo fui durante este tiempo.
A lo largo de nuestra batalla, tuvimos la suerte de tener un fuerte grupo de apoyo, pero aún luchaba por conseguir que la gente entienda nuestro día a día la vida y las dificultades que enfrentamos. Jen tenía un dolor crónico de los efectos secundarios de casi 4 años de tratamiento y medicamentos. A los 39 años Jen comenzó a usar un caminador y estaba agotada de estar constantemente al tanto de todos los golpes y moretones. Estancias hospitalarias de más de 10 días no era raras. La frecuentes visitas al médico eran debido a batallas con las compañías de seguros. El miedo, la ansiedad y las preocupaciones eran constantes.
Lamentablemente, la mayoría de la gente no quiere escuchar estas realidades y en ciertos puntos sentimos nuestro apoyo desvaneciendo. Otros sobrevivientes de cáncer comparten esta pérdida. La gente asume que el tratamiento te hace mejor, que las cosas se hacen bien, que la vida vuelve a la “normalidad”. Sin embargo, no existe una persona normal con cáncer en la tierra. Los sobrevivientes de cáncer tienen que definir un nuevo sentido de la normalidad, con frecuencia diaria. ¿Y cómo pueden los demás a comprender lo que teníamos que vivir todos los días?
Mis fotografías muestran la vida cotidiana. Ellas humanizan el rostro de cáncer, en la cara de mi esposa. Muestran el reto, la dificultad, el miedo, la tristeza y la soledad que enfrentamos, que Jennifer se enfrentó, mientras luchaba con esta enfermedad. Pero lo más importante de todo, mostrar nuestro amor. Estas fotografías no nos definen, sino que somos nosotros.
El cáncer está en las noticias todos los días, y tal vez, a través de estas fotografías, la próxima vez que un paciente de cáncer se pregunte cómo él o ella está haciendo, junto con la escucha, la respuesta se reúna con más conocimiento, con empatía, comprensión y una preocupación más profunda y sincera."



También es muy recomendable ver el video que ha realizado para su esposa.


“Ama a cada trozo de las personas en tu vida.” – Jennifer Merendino

8 de abril de 2013

Psicología del color

¿Los colores nos producen sensaciones? ¿Podemos sentir diferentes cosas dependiendo del color que tengamos delante?

Está claro que sí.
Dependiendo de los colores que vean nuestros ojos nuestras sensaciones serán diferentes.

No es lo mismo ver esta imagen



Que esta otra



El color es un fenómeno que transmite sensaciones y significados. El color está presente en la cultura de un modo directo o indirecto.

Por ejemplo, unos colores nos dan la sensación de frío, otros colores de calor. Unos colores se asocian a la pasión mientra que otros tranquilidad y sosiego.

Usando unos colores u otros podemos dar lugar a diferentes sensaciones. Los colores son elementos muy complejos. Normalmente los asociamos a objetos reales.
Pero es importante saber que cada persona va a transferir el color de una manera individual y única, esto hace del color un elemento muy complejo.


Aunque todas las personas tengan unas sensaciones individuales y únicas de los colores, todos ellos tendrán una connotación común, una psicología común que hará que nos sintamos de una manera u otra.

Algo que me llamó mucho la atención sobre los colores es que existen libros dedicados a la psicología de éstos, a todos los sentimientos que producen y el por qué.

Por ejemplo


El rojo.


Es el color se asocia a la euforia, a la vitalidad, erotismo, exotismo y pasión ardiente...
Produce dinamismo, acción y movimiento.



El verde


Es un color tranquilo y sedante, es el color ecológico.
Hace referencia a la vegetación, a la naturaleza.
Además es el color de la esperanza y de la calma indiferente.



El rosa



El rosa es el color de lo dulce y lo delicado, de lo escandaloso y de lo cursi.
Es infantil, tierno, suave, es encanto.
Tiene un punto creativo y chocante en ambientes conservadores.



"Quien nada sabe sobre los efectos universales y el simbolismo de los colores, jamás podrá emplearlos adecuadamente" Eva Heller