9 de enero de 2017

Cuando te sientes "un camello" en Times Square

Que sí, lo se. Y lo siento. De veras. Que hace mucho que no escribo. Que tengo que contar muchísimas cosas. Que os tengo en ascuas. Pero madre...este tiempo me mata. Os lo prometo. Los dos últimos días mi vida se ha basado en leer tirada en el sofá, pensar en mis próximos viajes y plantearme hacer un curso de meditación en el que tengo que estar 10 días en absoluto silencio. Sí. Una vida super interesante. Pero es que no hay quien salga de casa. Que hace un frío tremendo. Y maldita la gracia que me hace (sí, lo repito de nuevo) la gente que me dijo que aquí no hacía frío. Solo llueve. ¡Y un carajo!

Pero he vuelto. En todos los sentidos. He vuelto al blog. Vuelvo a estar motivada (un poco) para escribir. He vuelto de una aventura que jamás olvidaré. He vuelto de pasar un final de año maravilloso. He vuelto de un comienzo de año mejor aún. He vuelto de vivir una experiencia que jamás voy a volver a vivir (literalmente). Y es que mi viaje a Nueva York, y todo lo que ha llevado consigo, ha sido una experiencia indescriptible. De hecho, creo que me va a costar horrores contar todo en una sola entrada sin mataros.

Empezaré por el principio, por el momento en que llegamos al aeropuerto, y nos damos cuenta que nuestro avión no va a Nueva York.
¿¿¿¿QUÉEEE???? ¿¿¿QUÉ ES ESO???. ¿¿¿DÓNDE VAMOS???. HEMOS DICHO A TODO EL MUNDO QUE VAMOS A PASAR LA NOCHE VIEJA EN NUEVA YORK. ¿¿¿QUÉ SE SUPONE QUE ES NEWARK??? ¿¿¿DONDE ESTÁ ESO???. ES LA CUENCA DE ESTADOS UNIDOS. ¡SEGURO!. ¡¡QUÉ RIDICULAS!!. ¿COMO HEMOS PODIDO EQUIVOCARNOS?


Después de un momento de pánico que dura unos 3 minutos, con las lágrimas a punto de salir a borbotones de nuestros ojos, sintiendo vergüenza y pena por nosotras mismas... Después de un eterno momento de desesperación, nos calmamos. Respiramos. Y decidimos preguntar a nuestro (mejor) amigo Google dónde se supone que estamos yendo.

Newark. New Jersey. Buah. Alivio máximo. Respiramos profundamente. La emoción nos aborda. Saltamos y casi lloramos, esta vez de alegría. No vamos a otra ciudad. Solo a uno de los aeropuertos de Nueva York situado en Nueva Jersey. Pero, de verdad, fue el momento más tenso de todo nuestro viaje.

Pero ahí no acaba todo. Llegamos a Nueva York una noche antes que el resto de la gente. Así que nos tenemos que buscar la vida para dormir en algún sitio. Y ya que estamos, aprovechamos para conocer a algún newyorkino que nos enseñe la ciudad. Couchsurfing. Es la clave. Pero nadie quiere acogernos. ¿Quién va a tener la casa libre para acoger a dos chicas la noche después de Navidad?... Después de barajar varias opciones... decidimos alojarnos con un chico sin referencias, pero que parece simpático. Y ¡Dios mío!. Vive en el centro de Manhatan, a una manzana del Empire State Building. ¿PODEMOS TENER MEJOR SUERTE?

Las vistas desde el portal de nuestro CS

Bueno, en realidad la suerte no fue tanta. Digamos la verdad. Al llegar a su apartamento descubrimos que es solo una habitación. Con una cama. Y un sofá. El chico duerme en la cama. Una mujer a la que está acogiendo, en el sofá.
- Oye, ¿cómo vamos a dormir nosotras?
- Bueno... Una puede dormir en el otro lado de mi cama... La otra en la alfombra
¿PERDONA? Ehmmm... Lara, ¡¡Me pido el suelo!! NO WAY. ¡PIEDRA PAPEL O TIJERA! (Pierdo, pero intento hacer trampas - sí Lara, sabía que el papel ganaba a la piedra pero yo no quería dormir con él). VENGA, ¡CARA O CRUZ! (Pierdo otra vez- Damn it!). Pues eso, que duermo en los pies de la cama. ¡Que tensión madre!... Pero bueno, después de todo, era un tipo simpaticón. Además, con él visitamos Chinatown y Little Italy, y fue quite fun, ¡algo aprovechamos!


Y al día siguiente ya llegó todo el mundo (sííí, allí habíamos quedado con muchos de los Auxiliares que estamos en EEUU- 14 de nosotros para ser exactos). Y todos los planes. Y el estrés. Y el agobio. Y el intentar coordinarnos. Y el no ser posible. Y el "hay demasiado que hacer, tenemos que correr". Y el levantarse temprano. Y el acostarse tarde. Y el colas para hacer todo. Y el frío mortal. Y el enamorarnos de la ciudad. Y el odiarla al mismo tiempo. Y la mezcla de emociones...




Quiero hacer un resumen de los puntos más importantes. Pero es que ¡todo me parece tannn importante!... Empecemos por el principio: 
¡NUNCA (repito NUN-CA) vayas a Nueva York en Navidad). Que sí. Que es lo más típico. Que sí, que es como normalmente aparece en las películas. Que sí, que Rockefeller Centre y su árbol de navidad... Que sí, que la pista de hielo de Central Park... No. NO Y NO. De verdad. Hacedme caso. NO-MERECE-LA-PENA. La cantidad de gente que hay es inimaginable. Colas de 2 horas para hacer TODO (o 3, como en el caso de la Estatua de la Libertad). Y hace frío. Un frío mortal. Ilusa de mí que pensaba: bah, si en Seattle hay 0-2º C y en NY dice que va a haber 5-6º C, no va a ser naaaada. Y.. "no me llames ilusa porque tengo una ilusión". Pero es IM-PRE-SIO-NAN-TE. La sensación térmica es parecida a los peores días que viví en Noruega. No sentíamos los pies. Ni la cara. Ni las manos. Además no hay luces de navidad; es todo mentira. Resulta que las luces no las pone el Ayuntamiento (como pasa en España) sino cada establecimiento, hotel, restaurante... Entonces puedes caminar por calles y calles sin ver nada decorado y encontrar de repente un hotel lleno de luces por todas partes. But THAT'S ALL. Bueno. y la calle de Navidad. Sí, hay una calle LLENA  de luces de Navidad. Y las casas de esa calle super decoradas. But ....¡¡THAT'S ALL FOLKS!!


Pero debo decir que Nueva York me ha sorprendido. Todos sus contrastes. Todos sus rincones diferentes con gente diferente y que transmiten sentimientos distintos. Os dejo el pequeño texto que Beatriu, nuestra Auxiliar en Iowa (ese Estado que "ni siquiera sus habitantes saben dónde está"), escribió sobre esta ciudad:


Esta ciudad no tiene sentido, o mejor dicho se inventa uno distinto cada día. Te invita para ignorarte. Te habla como quieras, te toca donde quieras, te baila lo que quieras... Un frenesí enfermizo que engancha, un espectáculo poco honesto que atrae, de alguna forma, incluso a las mentes menos impresionables. Mentira exageradamente sutil, morbo con estilo, más bonita por la historia que quiere contar, que por cualquier verdad que pueda llegar a ser. Atractivo innegable, pero al rato, poco apetecible. Aún así nadie se quedaría sin ver sus formas y colores.
No me convenciste, pero me dejaste intrigada. No me enamoré de ti, pero no me importaría acostarme contigo alguna otra vez, cualquier anochecer.


Por último, y prometo no aburriros más, no puedo dejar de contar nuestra experiencia en Noche Vieja en Times Square. Un momento tan excitante como angustiante. Ese momento en el que eres consciente que puede haber un atentado fácilmente, y que puedes morir, pero a la vez necesitas vivir esa experiencia. "Puede sonar triste, pero creo que esta experiencia es la más arriesgada que he tomado en mi vida", dijo una de nuestras compañeras. Y es que ¿cómo no tener miedo de un atentado cuando nos vamos a reunir 2 millones de personas en una pequeña plaza?. "¡Mamá, Tito, solo quiero deciros que si me muero, por favor, dejad mi cuerpo aquí....no me repatrieis que eso es privativo!". Pero, repito, es excitante. Es emocionante saber que vas a pasar las próximas 14 horas en una plaza, rodeado de gente, sin la posibilidad de salir porque no podrás volver a entrar. Sin posibilidad de beber ni de ir al baño. Llevando pañales porsi. Pero rezando para no tener que "hacerte pis" encima. Sintiéndote un camello cuando la gente viene a escondidas a decirte: he oído que vendes pañales, ¿puedo comprar uno?.

¿Alguien conoce este hombre?


Debo decir que las 10 primeras horas fueron bastante fáciles de aguantar. Pero a partir de poco después de nuestras uvas (sí, tomamos las uvas a la hora española, con las campanadas en streaming), todo se hizo mucho más difícil. Es mentira que Times Square es una gran fiesta, un enorme festival. Es pura mentira. Ponen 2 canciones (sí, dos) cada hora. Solamente cuando se está grabando para la televisión. Cuando cortan la cámara, cortan la música. Y la fiesta se acaba. Y a esperar hasta la siguiente hora que quieran volver a grabar. Es penoso. Sí. Pero mereció la pena. Solo por vivir la emoción de los últimos 30 segundos de espera después de 14 horas esperando merece la pena. Es una experiencia de una vez en la vida. Pero algo que todo el mundo debería vivir.


Recomendaciones si quieres ir a Times Square en noche vieja:

  • Lleva pañales de sobra, vas a venderlos todos.
  • Lleva mantas de alquiler. Todo el mundo las quiere para taparse al hacer pis o cambiarse los pañales.


Creo que me dejo mucho por contar, pero mi entrada está empezando a ser más larga que La Historia Interminable. Así que, si se me ocurren cosas que DEBO contar, las pondré en posdatas poco a poco. Además, seguro que pronto Lara subirá su vídeo contando la experiencia y contará muchas de las cosas que a mí se me han pasado.

¡¡Que lo pasen bien!! (Es mi nueva frase en español latino, voy mejorando poco a poco)









PD1: Gracias a mi fotógrafa particular Lara García (también YouTuber) por aguantarme pidiéndole fotos de tanto en tanto, <3

PD2; Fuimos al bar de "Cómo Conocí a Vuestra Madre" y nos echaron por tomarnos "sólo" 5 cervezas siendo 6 personas. 
Todo empezó con el: - Do you want another beer? - OH YEAH SURE! I'LL HAVE ANOTHER ONE!! -Excuse me??? I guess you mean: Might I have another beer, PLEASE? 
Por no hablar de cuando el camarero, después de echarnos, nos dio la vuelta toda en pennies, y al dejársela en la mesa bajó corriendo a tirárnosla en el suelo.
¡Lo dicho!: El servicio es pésimo y los camareros super maleducados. No lo recomiendo en absoluto.

PD3: Ya nos lo habían dicho mil veces, aún así quisimos comprobarlo: No merece la pena subir al Empire State Building si no tenéis un pase con la entrada gratuita. Simplemente subid al Top of the Rock. Las vistas son espectaculares. Y si pilláis pase para subir durante la puesta de sol, mejor que mejor.

PD4: La mejor Hamburguesa que he probado en mi estancia en EEUU está escondida en un hotel en Nueva York. Buscadla. Merece la pena. Muuuucho.

PD5: No os molestéis en buscar la cafetería de Friends. Estuvimos buscándola media hora y YA NO EXISTE.

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